Cuando los vikingos emprendieron sus ataques contra sus vecinos europeos, el escudo era su principal arma de defensa. Esta reproducción moderna presenta todas las cualidades apreciadas en combate: ligereza, maniobrabilidad y robustez.
El "umbo" de acero está sólidamente remachado sobre una tabla de contrachapado de cinco capas de 70 cm de diámetro.
En la parte trasera, una empuñadura de 3 cm de madera de fresno asegura un buen agarre y facilita la rotación del broquel.
El borde del escudo está protegido por una tira de cuero natural que evita que la madera sea dañada por el filo de la espada.
Recubierto de lino encolado, el escudo puede ser pintado con el emblema de su clan.